¡Descubre de manera fácil cómo lavar una alfombra!

¡No te mates la cabeza y descubre la manera correcta de cómo lavar una alfombra tú mismo!


Las alfombras son hermosas, ya que le dan un toque de distinción y elegancia a nuestro hogar, además de brindar calor y calidez a la casa. Sin embargo, pueden convertirse en un problema a la hora de lavarse. ¡Sigue estos consejos y descubre la manera correcta de cómo lavar una alfombra!

Limpiar la alfombra puede ser un proceso gratificante que revitaliza no solo la apariencia de tu hogar, sino también el ambiente. Descubre la magia detrás de un lavado efectivo de alfombras, desde técnicas básicas hasta productos especializados que facilitarán el trabajo que vas a realizar, y transforma tus espacios con frescura y estilo

Momento de aspirar

Antes de aplicar agua y jabón a nuestra alfombra, es importante eliminar la mayor cantidad de residuos y suciedad que puedan estar presentes en la misma.

Para esto, la mejor aliada será la aspiradora, ya que absorberá de manera rápida estos residuos, facilitando el proceso de lavado y ayudándonos a optimizar recursos.

Finalmente, sacudir la alfombra terminará de eliminar toda la suciedad, dando paso al momento de limpiarla a profundidad.

¿Dónde lavo mi alfombra?

Lo ideal será contar con recipientes lisos acordes al tamaño de la alfombra. En el caso de alfombras pequeñas, podremos lavarlas en un barreño de buen tamaño.

Sin embargo, para el caso de las alfombras grandes, encontrar un recipiente lo suficientemente grande es casi imposible.

Frente a esto, una buena idea es lavar las alfombras grandes en la ducha e incluso en bañeras o tinas, siempre y cuando no tengan una textura rugosa. Esto permitirá distribuir de mejor manera el jabón y el agua a lo largo y ancho de nuestra alfombra.

¿Agua fría o caliente?

Saber en qué temperatura debe estar el agua es un elemento crucial a la hora de aprender cómo lavar una alfombra.

Lo más recomendable es utilizar agua tibia para lavar la alfombra, debido a que las temperaturas muy calientes o muy frías pueden llegar a destruir los tejidos de la misma. 30 grados es una temperatura ideal para lavar nuestra alfombra sin ningún problema y obteniendo resultados muy favorables.

El jabón es lo de menos

En la actualidad existen millones de productos destinados a la limpieza de alfombras y tapetes, por lo cual encontrar una buena opción no será una tarea muy complicada.

En caso de no querer adquirir algún tipo de estas opciones especializadas, utilizar jabones neutros y espumosos es una buena idea. Es muy importante tener en cuenta al momento de comprar nuestro jabón, que no tenga alcohol, colorantes u olores artificiales.

Esto hará que la vida útil de la alfombra se mantenga y que se vea espectacular después de lavarla.

Manos a la obra

¡Llegó el momento de lavar! lo más importante es que la alfombra logre empaparse de una buena cantidad de agua para que absorba más fácilmente el jabón.

Otro punto a tener en cuenta es la cantidad de jabón que se empleará en el proceso. Usar demasiado puede volverse una pesadilla más adelante al tratar de removerlo. Una buena idea es diluir un poco de jabón en el agua, para tener un líquido enjabonado, lo cual nos ayudará a mantener las medidas.

Finalmente, frotaremos en círculos y en repetidas ocasiones para eliminar a fondo la suciedad y hacer que nuestra alfombra se vea impecable. Evita el uso de cepillos, ya que pueden dañar gravemente el tejido de las mismas.

En este proceso lo más importante es la paciencia y la perseverancia, teniendo la seguridad de que los resultados serán muy satisfactorios.

¡Aplica estos consejos y vuélvete un experto en cómo lavar una alfombra!

Contenido relacionado que te puede interesar