Una de las máximas expresiones de amor es preparar una fiesta sorpresa para los seres queridos, en especial si se trata de niños. Pensar en qué les gustaría a nuestros hijos o nietos y aprovechar tanto el tiempo como el espacio de la casa al máximo son aspectos en los que hay que pensar. ¡Qué no te asuste el reto! Estos son los elementos que no pueden faltar.
Si el jardín de tu casa es amplio o tienes a disposición un espacio al aire libre, sorprenderás tanto a tu hijo como a los invitados con un rodadero o saltarín inflable.
Como la idea es que los pequeños disfruten, una de las mejores formas de lograrlo es alquilando o comprando un inflable en el que puedan jugar, correr y saltar sin salir lastimados. De seguro, no solo tú sino los padres de los asistentes gozarán ver a sus hijos riendo a carcajadas, siendo felices.
No hay niño al que no le gusten las piscinas de pelotas, sobre todo si puede nadar en ellas acompañado de sus amigos, así sea de vez en cuando.
¡Qué esperas! Aprovecha la fiesta de cumpleaños de tu hijo o nieto para que comparta con los demás y entable amistad con los asistentes por medio de un chapuzón de risas. Una de las ventajas de tener este juego en el patio de tu casa es que, además de usarlo el día de la fiesta infantil, lo podrás hacer luego: un fin de semana, por ejemplo.
Entre los objetivos de las fiestas infantiles está que, al menos por un día, los niños escapen de su realidad. Una forma de lograrlo es contratando a alguien que haga de sus rostros un lienzo para una obra de arte.
Las pintacaritas son útiles puesto que pueden ayudar a los niños a meterse en los personajes de la fiesta, si es que esta es temática. Así, si el tema del evento son Los Vengadores, el anfitrión y los invitados podrán pintarse la cara para parecerse a su superhéroe favorito. Las niñas, entre otras, pueden parecer superheroínas, princesas o hadas del bosque.
Es cierto, los tiempos han cambiado. Aun así, los payasos siempre serán tendencia y se robarán la atención en las fiestas infantiles. Entonces, ¿por qué no contratar a uno?
Los payasos, más allá de lo que se piensa, no solo tienen a su cargo la dura labor de hacer reír, sino de conducir la fiesta. Créelo, en las fiestas infantiles es más fácil que los niños le hagan caso al payaso que a sus papás. Además, no hay nada como un ser colorido y con una sonrisa de oreja a oreja que los lleve a volar e imaginar.
Entre otras: ¡un mago puede ser una buena opción!
Por más obvio que sea, tenemos que nombrar el pastel. No hay cumpleños sin postres, sin ponqué. Y qué mejor que sea colorido y que gire alrededor de una temática.
Algunos de los postres recomendados, además de los cupcakes, que pueden tener mil formas y sabores, son las gelatinas y hasta las gomitas. Aunque sabemos que el exceso de dulce es malo, permite que por este día el cumpleañero y sus amigos deleiten su paladar con las golosinas.
