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Acompáñanos en esta guía paso a paso para descubrir cómo lograrlo.
Antes de empezar a organizar, retira todas las prendas, accesorios y objetos de tu closet. Esto te permitirá evaluar el espacio disponible y limpiar cualquier rincón acumulado de polvo.
Clasifica tu ropa en categorías (camisetas, pantalones, vestidos, etc.) y evalúa cada prenda. ¿La has usado en el último año? ¿Te queda bien? Si no, considera donar o desechar. Esto aligera la carga y deja espacio para las prendas que realmente disfrutas y utilizas.
Utiliza estantes y percheros ajustables para aprovechar al máximo la altura del closet. Las cajas y organizadores son ideales para almacenar accesorios, como bolsos, zapatos y bufandas, sin ocupar demasiado espacio.
Organiza tu ropa por colores o por temporadas. Esto facilita la búsqueda y te ayuda a visualizar mejor tus opciones al armar conjuntos.
Aprovecha cajas, cestas y organizadores para dividir y mantener ordenados tus accesorios más pequeños, como joyas, corbatas o calcetines. Los separadores para estantes también son excelentes para mantener la ropa doblada en su lugar.
Una vez organizado, establece un sistema para mantener el orden. Dedica unos minutos cada semana para reorganizar y devolver cada cosa a su lugar. Esto evitará que el desorden se acumule nuevamente.
Si tu closet es pequeño, aprovecha cada rincón con estos tips
