- Asegúrate de que el mesón sea cómodo para ti. Evita inclinarte demasiado o estirarte para alcanzar los utensilios.
- Mantén una postura erguida mientras cocinas. Evita mantener posiciones incómodas por largos periodos.
- Si estás cocinando durante un tiempo prolongado, haz pausas para estirar y relajar tus músculos.
- Limpia y ordena a medida que avanzas en la preparación. Esto reduce la acumulación de desorden y hace que el final de la cocina sea mucho más llevadero.
Con estos consejos, lograrás una experiencia más cómoda y relajada al preparar tus alimentos en casa, simplificando cada paso.