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Para nadie es un secreto que tener plantas en la sala, la terraza y hasta las habitaciones le da un toque de estilo a nuestro hogar. Sin embargo, las plantas decorativas cumplen más que la función de adornar: no solo contribuyen con nuestra salud, sino que mejoran el ambiente que se puede percibir en nuestra casa.
¡Y si nos atrevemos a aumentar el verde de nuestro hogar!
Está comprobado científicamente que tener plantas en el hogar reduce el estrés al hacer del hecho de cuidarlas todo un pasatiempo. Plantarlas, regarlas y verlas crecer genera sensación de felicidad. El aroma que algunas especies pueden emitir, mejoran tu estado anímico.
Pensar cuál sería el jardín ideal, definir las plantas que lo compondrán y buscar la manera de organizarlo mejora tu creatividad. Incluso, cuando se carece de jardín exterior o terraza, imaginar, por ejemplo, cómo acomodar plantas en una repisa o en qué parte instalar un jardín vertical es un buen ejercicio para tu mente.
Las plantas se han convertido en una estrategia de educación no solo para los niños, sino para los adultos. Si puedes cuidar una planta, puedes cuidar de ti mismo y de los demás, dice un adagio que pretende explicar cómo al hacerte cargo de uno de estos seres, te vuelves más responsable, incluso con el otro.
Absorben el dióxido de carbono y lo convierten en oxígeno. También aportan humedad al ambiente, por lo que contribuyen con la disminución de polvo. En conclusión: tus pulmones están mejor junto a las plantas. ¡Sencillamente, fascinantes estos seres!
La sábila o aloe vera es uno de los ejemplos más oportunos para hablar de la utilidad de las plantas en los remedios naturales. Si sufres alguna quemadura por el sol, al tener sábila en la casa, con su extracto, puedes hidratarla y cuidarla. También se usa en productos para el cabello y en tratamientos para el acné.
