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¡Hazlo por ti mismo y sorpréndete con los resultados!
1. Independiente de la terminación que tenga la madera (pintura, barniz o impregnante) se debe aplicar con brocha una capa de removedor universal. Este producto químico ayudará a soltar la primera capa de protección para que salga fácilmente.
2. Pasa el raspador por toda la superficie de la madera para sacar la antigua protección, la suciedad y humedad que pueda tener. El raspador se debe usar con movimientos largos en dirección a la veta de la madera.
3. Para una buena terminación se debe lijar: primero con la lija más gruesa, saca todos los restos de residuos y empareja los desniveles o marcas que quedaron con el raspador. Después, pasa la lija más fina para tener una superficie más pareja y lisa.
4. Con la brocha y siguiendo la veta de la madera aplica el barniz o impregnante. Para que no se noten las cerdas de la brocha deja secar la primera mano y luego da una segunda capa. ¡Y listo! Así de rápido y de sencillo.
Dale un nuevo aspecto a ese mueble que no utilizas hace tiempo. ¡Repara, renueva y disfruta de tus creaciones!