Este tipo de decoración se caracteriza por su simplicidad, minimalismo y funcionalidad. Surgió a principios del siglo XX y ha sido utilizado en los países escandinavos o nórdicos, como lo indica su nombre. Suele usarse en diferentes espacios y elementos, como muebles de sala y muebles de cocina.
Si te interesa conocer más sobre este estilo y aplicarlo en algún espacio de tu casa, acá te contamos cuáles son sus características principales.
Debido a que el estilo nórdico nació en países que tienen invierno y muy poca luz, una de sus características es el uso del color blanco. Este es utilizado en paredes, pisos y techos para reflejar la luz que entra por las ventanas.
Además, también es protagonista en mobiliario, adornos y textiles, logrando un equilibrio con otros tonos como el beige y el gris, y otros materiales como la madera, lana y fibras naturales.
Esta tendencia incluye la madera como material principal, lo que aporta a crear ambientes acogedores y naturales. Se puede encontrar en los pisos, en paneles, cortinas, mesas, adornos, cuadros e incluso lámparas.
Puedes jugar con los diferentes tonos de madera, pero es mejor que no sea tan oscura. Por ejemplo, puedes usar tipos de madera como el pino, la haya o el abedul.
Al utilizar este tipo de decoración, es importante usar formas sencillas como líneas rectas o curvas simples. La idea es no sobrecargar los ambientes sino más bien hacerlos livianos, frescos y naturales.
Si quieres puedes mezclar diferentes formas para conseguir espacios equilibrados y armoniosos. Por ejemplo, puedes elegir un sofá recto y acompañarlo con una mesa de centro redonda o un puff.
Para aplicar el estilo nórdico tienes que agregar una variedad diferente de textiles. Desde alfombras para la sala hasta cojines para la habitación. Elige materiales naturales como el lino, la lana o el algodón.
Utiliza colores como el azul, gris o verde, o también patrones como las hojas o el animal print, pues estos le dan vida al espacio. Recuerda que la funcionalidad es importante, así que trata de tener piezas útiles.
Una de las bases de esta tendencia es su conexión con la naturaleza, así que es clave incorporar plantas en la decoración. Esto no solo le va a dar frescura y vida al ambiente, sino que también aportará color.
Puedes conseguir una gran variedad de plantas, con tamaños y materas que se adecúen a tus preferencias. Entre las más comunes están el árbol de lira, las orquídeas, el anturio y los helechos.
