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Es probable que no le prestes atención al cuidado de las tuberías y desagües, pero es importante para evitar averías. Los problemas más comunes son fugas y atascos. Sigue leyendo y aprende a tener buenos hábitos para evitar un daño mayor. Las tuberías y desagües son las zonas más propensas de tener fugas, roturas y otros daños. Con una revisión periódica y buenas prácticas se pueden evitar.
No botes restos de alimentos, aceite y otros elementos que puedan atascar la tubería, no lances papel higiénico, toallas o demás al inodoro, cuando laves, no sobrecargues tu lavadora de jabón. La abundante espuma también puede generar taponamientos, nunca viertas disolventes o pintura, vierte agua hirviendo, vinagre y bicarbonato de sodio, una vez al mes, en sifones, el lavamanos y lavaplatos para una limpieza interna.
- Ten presente en dónde se encuentra la llave principal del agua para cerrarla en caso de emergencia.
- Para detectar fugas, cierra todas las llaves y si sigue saliendo agua hay una; también mira el contador y si al estar cerrados todos los grifos la rueda se mueve, hay una fuga interna. Debes llamar al plomero.
- Revisa la juntas de los tubos bajo el lavamanos y lavaplatos. Si hay encharcamiento es porque las uniones se han hecho mal o ya hay un desgaste. Esto causa problemas de humedad
Cada año se debe hacer una revisión de los desagües. Si la construcción tiene más de 25 años, debe ser cada 6 meses. Contamos con servicio de plomería para revisar taponamientos, fugas de agua y rupturas que se te puedan presentar.
